Los vecinos y vecinas de Torrent hemos visto como el gobierno municipal del PP reducía a la tercera parte la subvención Recicla, aquella que se destina a bonificar las buenas prácticas medioambientales en el recibo
del agua. Pero además, para exigir buenas prácticas primero se ha de predicar con el ejemplo, sobre todo en lo que a residuos sólidos se refiere. El 21 de abril un grupo de militantes de Compromís per Torrent recorrimos durante la mañana el termino municipal y fotografiamos 22 vertederos incontrolados. No hace falta buscar demasiado para encontrarlos porque se encuentran diseminados por todo el término, bien a la vista de cualquier vecino o vecina que se fije mínimamente.

Tenemos constancia de la existencia de mas vertederos, en total podríamos estar hablando de unos 40. Desde hace años Compromís viene denunciando la existencia de los mismos, así como la nula dotación presupuestaria para atajar este grave problema medioambiental; es una simple cuestión de sensibilidad y estima por nuestro territorio. Un tema tan serio como este nos obliga a preguntarnos cual ha sido la voluntad política en temas medioambientales, una
voluntad que no se acaba ni se maquilla con la construcción de dos eco-parques, y a las pruebas o mas bien los vertidos me remito.

Tenemos dos eco-parques con una operatoria excesivamente celosa y restrictiva, entendiendo como tal el que te pidan el
D.N.I y la matrícula del vehículo cuando llevas los residuos a sus instalaciones. En este sentido también esta limitado, en exceso, el volumen de residuos que se pueden descargar, de tal manera que si te “pasas” la solución es “vuelva usted mañana”.

La consecuencia de la falta de voluntad política, junto con la excesiva burocratización y celo en la descarga de los residuos en los eco-parques han alimentado la proliferación de estos vertederos incontrolados. Mientras tanto la concejalía de medio ambiente ha editado una guía de espacios y parajes de especial interés, olvidándose de la otra realidad que existe en esos mismos enclaves naturales, y es que el compromiso del PP con “las buenas prácticas medio ambientales” parece ser que se acaba con la mera publicación de una guía.